
De entre la amplia gama que podemos encontrar en el mercado, los procesadores Intel puede que sean los más famosos y contrastados. Como muchos sabréis, Intel es el mayor fabricante de circuitos integrados del mundo, lo que provoca que multitud de dispositivos cuenten con alguno de sus componentes en sus entrañas.
En esa entrada hablaremos de los microprocesadores, de las diferentes familias que podemos encontrar bajo el sello Intel y aquellos que pueden ofrecer mejores prestaciones.
Microprocesador Intel: soluciones para todas las gamas
Como he dicho líneas más arriba y esquivada ya toda la polémica en torno a Meldtown y Spectre –famosas vulnerabilidades de seguridad que pusieron en jaque a medio planeta-, Intel cuenta con varias familias y gamas que le permiten tener un porfolio de productos amplio y diverso.
Esta multitud de procesadores podrían clasificarse atendiendo a diferentes especificaciones, pero aquí los distinguiremos por su nomenclatura: i3, i5, i7 y i9. A continuación detallamos qué soluciones nos pueden proporcionar cada uno de ellos.
- Intel core i3: se trata de procesadores de gama de entrada. Todo y su naturaleza básica, ya incorporan la tarjeta gráfica en el circuito. Es una solución ampliamente utilizada para el uso de ordenadores en el ámbito doméstico, donde se utilizan distintas aplicaciones de corte ofimático.
- Intel core i5: son procesadores de gama intermedia. Cuentan con capacidades Turbo Boost que le permiten incrementar el rendimiento y ofrecer mejoras también en el desempeño gráfico.
- Intel core i7: procesadores de gama alta. Además de contar con las técnicas de Turbo Boost creadas por la compañía, incorporan también Hyperthreading que incrementa la cantidad de procesos que pueden ejecutarse. Están destinados para alimentar ordenadores que requieren de mucha potencia y altas prestaciones.
- Intel core i9: la joya de la corona. Los procesadores i9 son la última creación de Intel y su principal diferenciación radica en el número de cores. Pasamos de procesadores con 4 u 8 núcleos a nuevas versiones de entre 10 y 18; rendimiento excepcional a precios comedidos.
Procesadores Intel para portátiles; modelos adaptados
Normalmente, esta segmentación tiene sentido en ordenadores de sobremesa donde la gran mayoría pueden tener unas especificaciones similares. No sucede lo mismo en los ordenadores portátiles, segmento en que las necesidades son radicalmente distintas y, por tanto, las prestaciones deben serlo también.
Cuando compramos un portátil normalmente elegimos ya un microprocesador concreto, pues no vamos a cambiar con tanta asiduidad como haríamos con uno de sobremesa. Así, opciones como el Intel i7-6950X o el i7-7700HQ son micros más que testados y verificados para ordenadores potentes y fiables.
Pero, en caso de no conocer el microprocesador concreto, ¿en qué debemos fijarnos? Principalmente, y a título personal, os recomendaría que tuvierais en cuenta dos aspectos principales: memoria caché y GPU integrada. El primero de ellos es útil porque, aunque hace referencia a una memoria volátil, es decir, que se borra con el paso del tiempo, tenerla puede agilizar los procesos y minimizar el impacto que estos producen en la RAM. El segundo porque, como ya hemos dicho más arriba, tener una gráfica integrada puede ofrecer grandes resultados.
Como habréis comprobado, Intel tiene muchísimas soluciones para adaptarse a todo tipo de situaciones y dispositivos. Hemos arrojado algo de luz sobre las diferentes familias y, en próximas entradas, entraremos más a fondo en algunas de ellas.
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